SELECCIÓN DE PERSONAL
Guillermo Quintanilla Malo
Existen personas que comercializan servicios de entrevistas con una duración de 30 minutos que son pobres
en su resultado y efectividad, además de incurrir eventualmente en la grave falta de inventar información
en sus reportes.
Por ello, hoy en día se ha desprestigiado tanto su funcionalidad y confiabilidad. Sin embargo considero
que la manera de erradicar el mal uso del polígrafo no depende de las autoridades ni de las escuelas, sino
de las empresas contratantes, ya que en la medida en la que exijan un uso profesional y un resultado
ético con soporte científico y confiable, poco a poco dejará de ser una simple y burda máquina detectora
de mentiras.
Los polígrafos miden y registran los patrones de respiración, los latidos del corazón, la fuerza y tasa de
pulsaciones, los cambios relevantes en la presión sanguínea y las respuestas electro-dérmicas, con el
propósito de obtener evidencia fisiológica. El polígrafo es sumamente valioso, no obstante es preciso
entender que si una persona aprobó un examen de polígrafo y posteriormente esa misma persona resultó ser
un farsante, no fue el polígrafo el que falló sino quien dijo ser poligrafista.
Considero que el polígrafo se debe aplicar a todas las personas que tienen a su cargo un puesto de confianza.
Es común escuchar que el polígrafo se aplica a personas en puestos policiales, sin embargo considero que si
aplicáramos exámenes de polígrafo a los políticos antes de asignarles la responsabilidad de lo que conlleva
un cargo público, seríamos un país distinto y sin tolerancia a la corrupción.
Es recomendable aplicar estos exámenes por lo menos una vez al año, debido a que la gente cambia y,
por ende, cambian sus valores. Si bien la aplicación del polígrafo es legal, lo que no es legal es aplicarlo
fuera del consentimiento de la persona (por ello es recomendable tenerlo por escrito) y fuera de los cánones
de ética o derechos humanos.