ANÁLISIS PERSONAL DE RIESGOS
Patricia Fresnedo Alcántara
9. ¿Cómo debemos reaccionar ante un secuestro?
Por lo que se refiere al secuestro exprés, éste se ha incrementado notablemente en los dos años recientes, afectando
especialmente a personas de niveles medio y bajo. En el secuestro exprés el margen de negociación es prácticamente
nulo, porque son secuestros que no duran más de doce horas, en las cuales los secuestradores mueven a las personas
en zonas de campo, entre la ciudad, por terrenos que sólo ellos conocen, esperando conseguir la cantidad exacta que
solicitan y, dada la premura, propiciando además, en ocasiones, el abuso de mujeres.
En los secuestros de corto plazo como el exprés, lo recomendable es no negociar y rendirse. En los de mediano a largo
plazo es más factible negociar, porque los delincuentes esperan un monto mayor, pero no se trata de negociar demasiado
porque se requiere acelerar el proceso de rescate por bien emocional de la víctima, así como de los familiares.
En ocasiones el secuestro exprés deriva en una forma o variante de la extorsión, sobre todo cuando se trata de casos
de auto secuestro, es decir, por ejemplo, cuanto tú te abstraes de tu círculo y te haces aparentar que has sido
privado de la libertad por unas horas para solicitar a tus seres queridos, amigos o cierta persona una cantidad
reducida de dinero que puede ser pagada rápida y fácilmente a cambio de tu integridad.
Ha habido personas que han preferido recurrir a esta reprobable artimaña para hacerse de un dinero que podrían obtener
mediante un préstamo personal, pero es claro que lo hacen así porque no están dispuestas a devolver luego el dinero
prestado, como sería lo decente.