- Robo en todas sus formas.
- Los más frecuentes siguen siendo el robo a transeúnte, el robo de vehículo, sin importar la marca, modelo o tipo y el robo a casa habitación.
- Extorsión y su variante de secuestro virtual o aparente.
- Ambas amenazas cada vez más sofisticadas en su procedimiento, en su método, en la manera de abordar a la víctima y plantearla la situación apremiante que puede generar angustia. Por poner un ejemplo, este delito es como esas llamadas que puedes recibir en tu domicilio supuestamente de un familiar que te sorprende solicitándote ayuda para zafarse de determinado problema. El sobrino del que no tienes noticias en años y vive en algún lugar del país y que ha sufrido un percance y lo tienen aparentemente preso en cierto lugar y requiere dinero para el pago de su fianza, porque si no lo maltratarán.
Esa llamada que podemos recibir cualquiera en la que nos indican que nuestro domicilio está relacionado con el "crimen organizado" y que se va a efectuar una redada, por lo que será importante que nos resguardemos en un hotel hasta que todo se aclare y, por absurdo que pudiera parecer, nos convencen y nos vamos sin llamar a nadie, sin notificar de la llamada. Diez horas después nos damos cuenta que hemos sido víctimas de una extorsión y que nuestra familia pagó una cantidad de dinero considerable ya que nos creían secuestrados.
- Secuestro exprés.
- Esta modalidad de privación de la libertad es esa en que los delincuentes, digamos un falso taxista, te amaga y lleva a dar un largo paseo por lugares desconocidos para ti y te obliga a llamar a algún amigo o familiar para pedir dinero o llevarte a un cajero de banco para sacar dinero de tus instrumentos bancarios para luego dejarte abandonado en algún sitio lejano.