DUE DILIGENCE
Susana Fresnedo Alcántara
9. En la globalización y ante la oportunidad de hacer negocios con cualquier persona en el mundo, ¿por qué es
importante llevar a cabo un proceso de Due diligence?
Resulta fundamental pues la persona con la que hagamos negocio puede constituir nuestro más grande aliado o convertirse
en nuestra peor pesadilla.
Recordemos que el proceso se debe hacer de manera bilateral, es decir, si alguien ya hizo su investigación respecto de
nosotros y nos ha seleccionado como proveedores, es importante conocer a ese quien desea ser nuestro distribuidor. En
caso contrario, si alguien nos quiere vender algo que vamos a incluir en nuestro catálogo o en nuestra organización,
debemos estar certeros, además de la calidad del producto, de la calidad de la organización detrás del mismo.
Por ello, es muy importante solicitar la información precisa de las personas, además del nombre comercial, el nombre
registrado detrás de la marca, la persona que lo representa legalmente y los registros fiscales, laborales y comerciales
que amparen y exhiban el estatus adecuado o manifiesto de la persona u organización. Con dicha información, podremos
conocer mucho de nuestro prospecto comercial.
No debemor perder de vista detalles tales como el hecho de personas que se comuniquen con nosotros a través de cuentas
de correo electrónicos gratuitas, tipo Hotmail o GMail, y no proporcionen dirección físicas o teléfonos de oficina, por
mencionar algunos. De ahí la importancia de buscar a consultores externos locales, que puedan verificar fehacientemente
las instalaciones y condiciones de nuestro prospecto comercial.
Como parte del mismo proceso de Due diligence, puede considerarse el llevar a cabo procesos de inducción para
la representación o venta de los productos, previos a la firma final del contrato, lo cual permite, en alguna medida,
conocer la disposición, capacidades y habilidades de la persona, pero también el estilo de hacer negocios que posea y
verificar que sean acordes a nuestra propia filosofía y visión empresarial.
Asimismo, la distribución puede hacerse de manera parcial, limitando en primera instancia a un cierto tipo de productos
y medir resultados en un determinado plazo para considerar una apertura total.
Es preciso considerar que el daño que pueda ocasionar un mal negocio con un cliente, más severo que la pérdida económica,
puede resultar el daño a la imagen de nuestra organización, al habernos ligado con personas indebidas que por acciones u
omisiones, incurran en malas prácticas de negocio.