DUE DILIGENCE
Susana Fresnedo Alcántara
2. ¿Qué se evita al llevar a cabo un proceso de Due Diligence?
En la globalización que vive el mundo actual, donde podemos hacer negocio con cualquier persona en cualquier parte del
mundo gracias a las técnicas de información y comunicación disponibles, llevar a cabo este tipo de procedimientos se
vuelve una obligación para todo tipo y tamaño de empresa, para evitar el ser víctimas de delitos o bien involucrarse
con personas que puedan incurrir en prácticas o conductas ilegales o francamente delictivas.
Básicamente nos prevenimos de ser víctimas de fraude. Al poder constatar la legitimidad de la persona u organización
con la cual llevaremos a cabo negocios, estaremos garantizando en una medida inicial el éxito de los mismos. Este tipo
de auditorías, no obstante, nos permiten analizar aspectos que al evaluarlos adecuadamente nos ofrecerán distintas
perspectivas para determinar la viabilidad del negocio en otros términos.
Quizá la empresa que busque representarme esté legal y debidamente establecida, pero tal vez la persona al frente de
la misma no cuente con la trayectoria y experiencia suficiente o posea una mala reputación o tenga en su haber
antecedentes o incidentes que puedan, eventualmente, afectar mi negocio en términos de imagen, y ello repercuta de
manera económica en el mismo o, francamente, si la organización "aliada" forme parte directa o indirecta de alguna red
del crimen organizado.
No podemos afirmar que el llevar un proceso de "Due diligence" nos exenta de este tipo de riesgos pero,
seguramente, los minimiza en buena medida.