SEGURIDAD PARA NIÑOS
Carlos Seoane Noroña
- Preguntar y pedir permiso. De aquí se desprende el evitar los "secretos malos" o
que el niño se acostumbre a mentir.
- Usar el teléfono y saber número de su casa. El niño debe saber marcar a su casa.
- No andar solos – Esto dependerá del criterio de cada familia.
- Tomar rutas seguras y no caminos de "aventura". Los niños no dejan de jugar e
imaginar aún cuando van a la tiendita por alguna golosina, es por ello muy importante que
este juego no lo desvíe de la ruta principal (si es que tiene que ir solo y sin supervisión
adulta) en búsqueda de un sendero que represente mayor riqueza a su imaginación o mayor reto
físico (escalar, saltar, etcétera).
- Caminar con confianza, erguido. Los "malos" normalmente se fijan en niños con
personalidad débil, tímidos, introvertidos, con una baja autoestima, ésto les ayuda durante
la fase de seducción, la autoestima juega un rol sumamente importante en la protección de un
pequeño.
6. ¿Qué puede pasar si, lo que le enseño a mi niño, no lo respeto cuando estoy con él?
Los niños son como esponjas que absorben lo que los padres o adultos les enseñamos, si por un lado
predicamos una cosa y por otra actuamos en contra de lo dicho, el mensaje será confuso y las medidas
de seguridad aprendidas/enseñadas perderán su efectividad.
Por ejemplo: si a mi hijo le digo que nunca se acerque a un adulto, que no conozca, a pedirle su
ayuda porque puede ser peligroso, o que se aleje de alguien que le quiera preguntar algo, pero yo,
constantemente, le pido asistencia a un menor (en especial cuando estoy en la calle medio extraviado
y siendo que no soy un "malo"), el mensaje para nuestros pequeños es sumamente confuso y
aquí las cosas deben de ser en blanco y negro, las distintas escalas de gris implican utilizar el
conocimiento y la experiencia (criterio), mismos que el niño dista de haber desarrollado.