PLANES DE SEGURIDAD
Raúl Yanko Montaño Vázquez
6. ¿Planificar la seguridad es una manera de educar?
Seguridad es imaginar, con base en el sentido común, lo qué puede suceder o pasar a algo o alguien; no se requieren
grandes manuales para contrarrestar las amenazas, porque no hay, por ejemplo, un manual que diga a la gente qué
hacer con su dinero en caso de un levantamiento armado en su país o región. Por ello no puede hacerse un catálogo
preciso y exhaustivo que instruya qué hacer "en caso de", porque estos "en caso de" son tan
numerosos y variados que se hace imposible siquiera pretender abarcarlos en una mínima parte.
El indicarle de forma razonada a una hija o hijo por qué no debe llegar tarde a casa tras una fiesta, el
sensibilizarlos en los riesgos que corren tanto ellos como uno como padre sí es una manera de educar, de educar en
la seguridad, sobre la seguridad de cada quién y de los seres queridos.
Eso, con el tiempo, se vuelve una conducta aprendida que se pasa de generación en generación, de equipo de trabajo
en equipo de trabajo, de vecino a vecino. Lo que hoy un padre dice a sus hijos, mañana estos lo dicen a los suyos
y así se hace la cadena entre generaciones, entre empleados, entre amigos.
Una manera de presentar las cosas y que ayuda a sensibilizar a las personas es cuando se les exponen los ejemplos,
enfatizando que el interés principal para ello es que apliquen la planificación en seguridad ante todo en sus
propios hogares y secundariamente en su trabajo. Decir de manera consciente y comprometida, que lo preocupante en
primer lugar para el capacitador es el bienestar del capacitado, lo cual, propicia no sólo la simpatía, sino la
empatía con este, quien se vuelve más receptivo y dispuesto a poner en práctica las recomendaciones para su
seguridad, la de sus seres queridos y la de su fuente de ingresos por la que se ve beneficiada su familia.
Afirmar "me importas tú antes que todo" no cancela ni pospone que importen los otros factores relacionados,
dependientes o de los que depende ese "tú", sino permite enfocar la atención en lo más cercano que es uno
mismo y desde donde se espera y pretende surja el sentimiento de respeto, compromiso y solidaridad con los otros,
con el entorno.
El decir: "Estoy preocupado por ti y espero que esto que te digo acerca de tu seguridad lo transmitas a tu
familia, a tus compañeros de trabajo y juntos pongan en práctica las recomendaciones para cuidarse mutuamente",
tiene mucha fuerza en el ánimo de las personas. Es, en sí, una forma de educarnos de manera sensible en lo referente
a la seguridad de lo que nos importa.