La gran necesidad de encontrar a alguien que nos ayude en nuestras labores domésticas, suele ocasionar que la selección del personal correspondiente no sea la adecuada. Suponer que las personas contratadas asimilarán en unos cuantos días el ritmo y las normas de la casa y otorgarles toda nuestra confianza, puede acarrearnos un mal sabor de boca al percatarnos de que fuimos robados en nuestro propio hogar y "desde adentro".

PREVÉNGASE

1. Si requiere contratar ayuda, evite colocar anuncios en su casa tales como "solicito sirvienta" o "solicito chofer" o "mozo" con referencias. No reciba a alguien que sin previa cita, toque a su puerta buscando trabajo. Opte por solicitar personas recomendadas por personal al servicio de familiares y amigos con cierta antigüedad o bien de agencias profesionales de empleo. En el caso de éstas últimas, averigüe plenamente su reputación y sus políticas de contratación de personal. Investigue suficientemente las referencias laborales y conozca el motivo de separación del empleado.