DEFENSA PERSONAL
Josafath Magaña Herrera
6. Si ya sé defenderme, ¿qué puedo hacer cuando vengo acompañado?
En ocasiones nos toman por paranoicos a los que permanentemente estamos en alerta o previendo lo que pueda
pasar, pero si no hay oportunidad de que las personas que me rodean están capacitadas (que sería el ideal),
por lo menos puedo proponer como una charla común el
"¿qué haríamos si...?". De esta forma aunque
sea de manera simple, esa persona puede tener una vaga idea de qué hacer, para dónde correr o a quién avisar.
7. ¿Cómo puedo instruir a mis hijos de tal forma que puedan defenderse?
Sin importar la edad (desde niños hasta adultos mayores), es básico hacer conciencia de la importancia en
la prevención. Los procedimientos básicos bien aprendidos pueden ser la diferencia entre hacer algo o no
saber qué hacer. A los niños se les enseña con juegos, y un buen juego puede ser aprender los procedimientos
de emergencia por medio de simulacros, como no dar datos a desconocidos, saber a quién llamar en caso de
riesgo, aprenderse dirección y nombres, etc.
8. ¿Qué puedo hacer cuando estoy en desventaja por peso, estatura, número de atacantes o armas de por medio?
Las estadísticas de nuestro país indican que, en muchos casos, la principal desventaja de la víctima se logra
por la agresión verbal y psicológica, y que si bien puede o no haber armas de por medio, el factor a resaltar
es la capacidad que tenga la persona para manejar la situación. Hay técnicas de defensa que se enfocan a cada
una de estas posibilidades, pero sin duda el factor común para incrementar las probabilidades de éxito es la
determinación personal y un entrenamiento adecuado.